El Periódico Extremadura
REDACCION 07/02/2012
Un ataque de perros cimarrones ha acabado con la vida de 11 ovejas y cuatro
corderos en una finca de Jarandilla de la Vera. Lo ha denunciado en el puesto
de la Guardia Civil el propietario de la explotación, Carlos Rebote, que según
puso de manifiesto en la denuncia los hechos ocurrieron entre las cuatro y las
cinco de la tarde del pasado 30 de enero, hora en la que los perros entraron en
su finca, situada en el paraje La Lancha, conocido como 'Huerto Rosendo', y
mataron a los animales que allí se encontraban.
Manifestaba,
además, desconocer quién o quiénes son los propietarios de los perros, así como
que del ataque habían sido testigos dos cabreros de la zona.
No
es la primera vez que Carlos Rebate sufre un ataque de perros cimarrones en su
finca, aunque sí ha sido este el peor, pues según indicó a este diario
"los ataques anteriores se limitaron a una o dos ovejas y algunos
corderos", pero esta vez "ha sido un ataque masivo, tremendo".
Rebote
añadió que prácticamente todas las ovejas que han resultado muertas en este
último ataque "estaban degolladas y no habían sido comidas", lo que
según indicó es una "prueba evidente de que los perros las mataron solo
por el placer de matar". Y además, añadió, los cuerpos estaban repartidos
por una extensión aproximada de 10 hectáreas, "otra prueba de que hubo
persecución".
Explicó
también que la finalidad de las ovejas, propiedad de su hijo, en la finca era
casi exclusivamente para mantenerla limpia y evitar el riesgo de incendios, y
lo ocurrido "nos obligará a partir de ahora a tener que gastar grandes
dosis de herbicida para poder mantenerla".
En
cuanto a los perros autores de la matanza, de los que aún "se desconoce
quién es su dueño", advirtió que se les sigue viendo por la zona,
"algo que preocupa a los ganaderos vecinos, que temen que estos ataques
puedan repetirse también con sus rebaños".
En cuanto a
la denuncia en sí, Carlos Rebate se mostró algo crítico ante el hecho de que ni
el día en que interpuso la denuncia ni al día siguiente se desplazaron los
agentes a la finca para comprobar el resultado del ataque de los perros, ya que
"ni en el cuartel de la Guardia Civil de Jaraíz ni en el de Jarandilla
tuvieron efectivos para hacerlo ni el día 30 ni el día 31 de enero".
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